Ha venido y con fuerza la primavera
Después de un "preinvierno" largo y seco, por fin han venido las nieves. Han traído un invierno que se augura corto; aunque ya os digo desde aquí que la primavera plena y florida se suele hacer esperar por estas tierras tan frescas. Que por aquí no explotan las flores y las mariposas hasta bien entrado el mes de mayo y aun hay años que hasta junio; trayendo a las parameras un suave olor a miel que es toda una experiencia cuando te envuelve.
Unas nieves que nos han asegurado la supervivencia, un año más, a la exigua población de martines pescadores, nutrias, truchas y humanos que continuamos habitando estas comarcas.
Se nos ha pasado la cara de susto por ver un nivel de agua tan bajo en el río y unos prados tan secos. Vamos a tener un buen caudal hasta bien entrada la temporada y nos podremos regalar con una buena ración de setas primaverales.
Para disfrutar plenamente de esta parte del año, tan cambiante y sorprendente ha venido nuestro amigo Samuel, de Aquaignis. Con su sabiduría atemporal -mezcla de antiguas tradiciones y sesudos libros de ciencia-. Nos quiere introducir en el provechoso arte de distinguir unos hongos de otros allá donde los haya y enseñarnos esas plantas con poderes curativos y nutritivos que abundan por los bosques, los prados, los ribazos de los huertos y hasta en las cunetas de las carreteras.
La foto de inicio de este artículo, con el deshielo corriendo entre los monumentos esos que hay en mitad del prado donde mana una de las primeras aguas del Tajo, está dedicada especialmente a todos aquellos que alguna vez hemos fruncido el ceño al ver el Nacimiento del Tajo polvoriento y seco.
Espero que sirva para que nos demos cuenta de que , al igual que la esperanza, el agua siempre vuelve.
Desde la Celtiberia profunda os deseamos a todos una
FELIZ, FELIZ PRIMAVERA.